¿Qué está pasando con Venezuela?
En Venezuela, sus habitantes están sufriendo múltiples maldiciones, continuas y permanentes. Sus habitantes padecen de inseguridad, plagas, escasez, defalco, éxodo, expropiación, prostitución, asesinatos, homosexualidad, corrupción, persecución, etc. En conclusión la degeneración total de Venezuela y sus habitantes también.
Todas estas maldiciones recibidas, no son simplemente
casualidad, y aunque traten de buscar soluciones a la crisis o al problema,
solo lo agravan más, y esto tiene que ver, que la mayoría busca solución a las
consecuencias del problema, pero nunca a la raíz del problema que ocasiona el caos
y la tragedia en que viven todos.
Lo que ocurre actualmente en Venezuela, y en muchos países
del mundo también, no radica en un problema político, sino más bien en un
problema social, donde están incluidos todos los actores, como los Jueces,
Fiscales, Representantes de la Ley, las Instituciones, Los Gobernadores de
Turno y sus mismos Ciudadanos.
La falta de educación, principios, como valores éticos y morales de una
sociedad, es la consecuencia de la corrupción y la anarquía de la misma,
trayendo como consecuencia los problemas anteriormente expuestos.
El ser humano es un ser social, y en una sociedad es vital
las normas y/o reglas de conducta, que serán el patrón y medio de convivencia
social. Podemos ver muchos ejemplos, y estos no tienen que ver con una
condición religiosa:
En un hogar, el hombre de la casa pone las reglas y todos
los que conviven allí, se sujetan.
Al entrar en alguna institución militar, el que pasa a ser
su integrante, tiene que sujetarse a las normas y reglas establecidas allí.
Los que desean ser parte del proyecto de vida de nuestro
Creador, y ser su hijo y heredero, tiene que sujetarse a sus reglas o palabra
establecida por ÉL.
Si desea nacionalizarse en otro país, tienes que sujetarte
a la Constitución y Leyes establecidas allí, de ese país.
Y no es diferente para la nación Venezolana, ya que esto
obedece a una orden divina, dada por nuestro Creador, y su voluntad se cumplirá
por encima de la quien sea, y el que no esté dispuesto a cumplirla, simplemente
recibirá su juicios, como medio de expiación, y si este no rectifica,
simplemente sus aflicciones por su iniquidad lo exterminará, llámese ser
humano, imperio, sociedad o nación.
Esto no tiene nada que ver con una condición religiosa, pero
si tiene que ver y mucho, con el comportamiento humano en la tierra, debido a que
el plan o proyecto de vida de nuestro Creador, es para todo los seres humanos
que habitan la tierra sin excepción, y los que no califiquen, serán
exterminados para poder imponer su reino sobre nosotros y el mundo, es
necesario eliminar la levadura para ser dignos del mundo venidero y su reino.
En conclusión a todo lo expuesto, podemos apreciar, que el
no respetar las normas o reglas, como medio de convivencia social, nos hace un
delincuente y un traidor a la misma sociedad que pertenece, y debe ser
expulsado, aniquilado o sentenciado. Pero el que es complaciente del quiebra de
las mismas normas o leyes dentro de una sociedad, llámese ciudadano, representantes
de la ley o del gobierno, es promotor de corrupción y sembrará la anarquía en
la misma, trayendo como consecuencia la autodestrucción de todos incluyendo su
zona territorial.
Ahora les voy a explicar bíblicamente, como históricamente,
lo ocurrido a la humanidad por motivo de la corrupción y el libertinaje en su
comportamiento en el tiempo, que es la raíz de su problema, y es que no ha
querido aprender de la historia y sus errores en su trayecto de vida.
Por romper las normas o reglas, Ha’Adam nos sumergió a la
muerte a todos, por la corrupción de la humanidad fue destruido el mundo con el
diluvio, por la idolatría al becerro de oro y traición a las normas o reglas, murió
la mayoría del pueblo de Yisra’ÉL en el monte del Sinai, por la aberración sexual
y corrupción fue destruida Sodoma y Gomorra, por la idolatría las 10 tribus del
pueblo de Yisra’ÉL, como el mismo caso Babilonia, por la iniquidad de su pueblo
el Ha’Mehiaj fue condenado a muerte.
Como podemos ver, solo hay una manera que el hombre y el
mundo puedan habitar y permanecer en la tierra, siendo prospero, felices,
llenos de salud y paz, completamente en armonía con él mismo y todo lo que lo
rodea.
Y esto inicialmente está sujeto en ser un buen ciudadano, y
en su momento más elevados solo a través de las instrucciones del Shaddai, que
es la Constitución Mundial para toda la especie humana sobre la tierra.
Es errado creer, que el mundo terrenal está desligado al
contexto espiritual.
Si no fuera por los cielos, en la tierra no hubiese vida
Si no fuera por el aliento de vida del Shaddai, el hombre no
tendría alma
Si no fuera por la Torah, el hombre estaría muerto en vida
sin esperanza
Si no fuera por el agua, moriríamos todos incluyendo al
mundo
Si no fuera por el Meshiaj, el gentil no tendría retorno a
sus raíces
Tanto la historia, como las escrituras muestran que un fruto
podrido si no es sacado del guacal, termina pudriendo a todas las demás
incluyendo hasta el mismo guacal.
Entiende ya! De una vez por todas, que el cambio empieza por
ti, por tu hogar, por tu familia, por la sociedad donde te desenvuelves, y finalmente por
tu nación (…)
Empieza con ser buen ciudadano, respetuoso de la
Constitución y las Leyes de tu país, y espiritualmente como principios de valores
éticos y morales, pon en práctica los diez mandamientos aunque sea, veras como todo empezará a cambiar en tu alma y tu país.
Pág. Web de Interés: http://torahbasica.blogspot.com/
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